miércoles, 3 de mayo de 2017




Como podemos ver en nuestro entorno, bien sea en el área urbana como rural, se presentan muchos cosos de intolerancia y de falta de solidaridad. Para citar un ejemplo empecemos con la falta de solidaridad: estoy seguro que alguna vez nos hemos vistos en una situación en la que una persona necesita ayuda inmediata y nadie hace nada, suena como raro, ¿verdad? Pues sí, para ir un poco más a la realidad recordemos o imaginemos un incómodo momento en donde una señora con edad avanzada no logra ocupar un puesto en un bus, personas en condiciones de colaborar se muestran indiferentes y hacen de cuenta que todo está bien, de repente tú, como persona consiente del momento incómodo que está pasando la señora decide cederle tu puesto. Seguidamente tú te pones de pie y ella se ubica, nadie dice nada. Esta es la muestra de que casi no hay nadie quien se alegre en hacer o ver que hace el bien y esto es muy triste.  También podemos observar la falta de gratitud y esa energía radiante como la de un buen saludo. Parece muy sencillo, pero es de vital importancia. 

Ahora citemos otro ejemplo con base a esto: puede suceder que cuando nos dirigimos a un determinado lugar para recibir un servicio, no seamos atendidos de manera adecuada lo que conlleva casi inmediatamente a generarse un contagioso malestar o impaciencia. Esto es incómodo debido a que hay personas que no tienen la disponibilidad de recibir a clientes o usuarios con amabilidad, sino que lo hacen de manera contraria lo que hace pensar que no existe una ética profesional en los funcionarios.

Bien, ya he mencionado un par de ejemplos de experiencias que vivimos en  nuestra realidad y ahora, paso a comentar un poco más sobre ética urbana que también está relacionada con lo comentado anteriormente.

Podemos decir que los casos de violencia son generados por pequeñas acciones, pero esto se puede evitar poniendo en práctica los valores éticos y lo que se pretende es generar una sana convivencia, la cual la podemos generar con un buen comportamiento. Muchas veces nos quejamos (digo "nos" porque también me ha sucedido) de que las cosas no mejoran y no caemos en cuenta que el bien triunfa sobre lo contrario y que mejor que por medio una buena acción. Además, los frutos son aún mayores debido a que invitas o motivas a otras a realizar lo mismo y de esta manera se genera un buen cambio que favorece a todos.

Nosotros mismos regimos nuestro propio destino lo que nos obliga a que seamos más participativos, generadores del buen cambio, que seamos personas que con su buen accionar derrumbemos esas barreras que no nos permiten relacionarnos con el vecino que vive al frente o al lado, con la persona que se siente a nuestro lado en el bus, con aquel profesional que puede tener más conocimiento que nosotros, bueno en fin... para comentarles que nuestra sociedad casi no está mejorando. También comentarles que la indiferencia ante un problema ético real como la ausencia de valores éticos, es algo que afecta a todos, que en vez sembrar semillas generadoras de paz, lo único que siembran de alguna manera es disgustos convertidos en violencia. 

Cabe mencionar que las futuras generaciones pueden ser una sociedad de paz si nosotros empezamos desde ya a actuar en pro de ellas.

Por: Yeison Rodríguez González

 Imágen tomada de:

https://www.google.com.co/search?q=conciliacion+extrajudicial&tbm=isch&tbs=simg:CAQSmQEJ9HhZsU4Gn_1IajQELEKjU2AQaBggACD4IQwwLELCMpwgaYgpgCAMSKNYf8hqjG_1YO3xvXH-4OohveH9Mb0D6eO5E3xi6aN507yz7OPt0_1lDQaMPstUt68HKQVSmMcNBvUcRYoCw8h_1thVrUqUZqc1gyOeIavUKliP8_1P7afPVodZrBCAEDAsQjq7-CBoKCggIARIEfJ2IHAw&sa=X&ved=0ahUKEwiY1NmPi9fTAhXC5SYKHdTYCXwQwg4IICgA&biw=1366&bih=662#imgrc=lrsNPCfqnOwhgM: